Grabadores Chilenos T.A.V
El TAV(Taller Artes Visuales) fue fundado en 1974 a raíz del golpe militar, por esta razón fueron despedidos el 60% de los profesores de la Facultad de Arte de la Universidad de Chile, los cuales fueron exonerados políticos.
Se formó en primera instancia una casa de talleres personales conformadas por algunos profesores que se creo con el nombre de “Taller Bellavista”, taller de trabajo e impresiones de grabados. En diciembre de 1974, con ayuda de particulares interesados en promover el arte, se inicia la “'Galería Bellavista 61”que nace como un lugar de apoyo para nuevos artistas; donde se les permitía montar exposiciones libremente.
El taller Bellavista organizaba la compra de grabados a través de cuotas, estos grabados pertenecían a ediciones exclusivas.
En un primer tiempo el T.A.V acogió a quienes se interesaban en la gráfica, el dibujo y el grabado, luego se empezó a realizar docencia al interior de los talleres y se difundió su trabajo por medio de muestras colectivas tanto nacionales como en el extranjero.
Bernardita Schulz y Jorge Pulido (Campana) son miembros del TAV. Las xilografìas de Schulz hablan de energía, de estados de conciencia, del universo y de todo lo que provocan visualmente las imágenes de mandales y distintos personajes que hablan de lo mismo. La técnica que utiliza para la construcción de las imágenes es la xilografía de taco perdido, la cual tiene un proceso de mucha paciencia y detalle que consiste en utilizar una matriz de madera, sobre la cual se dibuja, luego se va tallando, con gubias, lo que deseas que quede blanco, posteriormente se le coloca tinta a la matriz por medio de un rodillo (Por ejemplo: amarilla. Siempre del mas claro al mas oscuro) y se coloca sobre la madera un papel, para asi ser impreso por medio de una prensa o cuchara. Posteriormente los papeles se ponen a secar y en la matriz se desbasta lo que uno quiere que quede amarillo, luego se le pone tinta, se coloca el papel y se imprime nuevamente y asi sucesivamente hasta llegar al mas oscuro y obtener la estampa final. La matriz de madera se pierde y no se puede volver a utilizar, pero la estampa queda en el papel.
Jorge Pulido (Campana) por parte también trabaja la xilografía, sin embargo su imaginario está basado en la experiencia que tiene al consumir Ayahuasca, brebaje que se prepara con corteza y plantas de Bejucos que durante años ha sido consumida con fines rituales en pueblos indígenas de Brasil, Ecuador y los Andes peruanos. Campana ilustra en sus xilografías las imágenes que ve despues de consumir esta bebida, generando una obra llena de experiencias mágicas y aluciantes.
jueves, 27 de mayo de 2010
miércoles, 26 de mayo de 2010
lunes, 24 de mayo de 2010
Henri Michaux Poesía
"HE NACIDO AGUJEREADO"
Sopla un viento tremendo,
No es sino un pequeño agujero en mi pecho,
pero sopla en él un viento tremendo.
Pueblecito de Quito, tú no eres para mí.
Yo necesito odio, y envidia; ésta es mi salud.
Es una gran ciudad la que necesito.
Un gran consumo de envidia.
No es sino un pequeño agujero en mi pecho,
pero sopla en él un viento tremendo,
En el agujero hay odio (siempre), espanto también e impotencia.
Hay impotencia y el viento está cargado de ella;
fuerte como los torbellinos,
rompería una aguja de acero,
y no es más que un viento sin embargo, un vacío.
¡Caiga la maldición sobre toda la tierra, sobre toda la civilización,
sobre todos los seres en la superficie de todos los planetas, a causa de este vacío!
Un señor crítico ha dicho que yo no alimentaba odio.
Este vacío, he ahí mi respuesta.
¡Qué mal se está, ay, en mi pellejo!
Siento la necesidad de llorar sobre el pan de lujo de la dominación y del amor,
sobre el pan de gloria que está afuera.
Siento la necesidad de mirar por el cuadro de la ventana,
que está vacío como yo, que no se alimenta de nada,
Dije llorar; no, es un barreno a frío, que barrena,
barrena incansablemente,
como sobre una viga de haya en la que 200 generaciones de gusanos se hubiesen
legado esta herencia; "barrena, barrena..."
Esto ocurre a la izquierda, no digo que sea el corazón,
Digo agujero, y no digo más, es rabia y contra ella no puedo,
Tengo siete u ocho sentidos. Uno de ellos: el sentido de lo que falta.
Lo toco y lo palpo como se palpa una madera,
una madera que sería más bien una gran selva de esas que ya no se ven en Europa
desde hace mucho.
Y esto es mi vida, mi vida en medio del vacío.
Si este vacío desaparece, yo me busco, enloquezco y eso es todavía peor.
Yo me he construido sobre una columna ausente.
¿Qué habría dicho el Cristo si hubiese estado hecho de este modo?
Hay algunas de estas enfermedades que, si se las cura, no le dejan nada al hombre.
Muere pronto, era demasiado tarde.
¿Puede acaso una mujer contentarse solamente con odio?
Si es así, amadme, amadme mucho y no dejéis de decírmelo,
y que alguna de vosotras me escriba.
¿Pero qué significa este ínfimo ser?
Casi no lo había advertido,
Ni dos nalgas ni un gran corazón pueden llenar mi vacío,
Ni ojos llenos de Inglaterra y de ensueños, como suele decirse.
Ni una voz cantante que dijese completivo y calor.
Los estremecimientos encuentran en mí un frío siempre alerta.
Mi vacío es un gran glotón, gran moledor, gran aniquilador.
Mi vacío es algodón y silencio,
Silencio que todo lo detiene.
Un silencio de estrellas,
Y aunque ese agujero es profundo carece totalmente de forma.
Las palabras no lo encuentran,
chapotean a su alrededor,
Siempre he admirado a esos que por creerse revolucionarios se consideraban hermanos.
Hablaban los unos de los otros con emoción; chorreaban como sopa.
Eso no es odio, amigos míos, eso es gelatina.
El odio es siempre duro,
hiere a los demás,
pero también desgarra al hombre en su interior,
continuamente.
Es el reverso del odio,
Y no hay nada que hacer. No hay nada que hacer.
Sopla un viento tremendo,
No es sino un pequeño agujero en mi pecho,
pero sopla en él un viento tremendo.
Pueblecito de Quito, tú no eres para mí.
Yo necesito odio, y envidia; ésta es mi salud.
Es una gran ciudad la que necesito.
Un gran consumo de envidia.
No es sino un pequeño agujero en mi pecho,
pero sopla en él un viento tremendo,
En el agujero hay odio (siempre), espanto también e impotencia.
Hay impotencia y el viento está cargado de ella;
fuerte como los torbellinos,
rompería una aguja de acero,
y no es más que un viento sin embargo, un vacío.
¡Caiga la maldición sobre toda la tierra, sobre toda la civilización,
sobre todos los seres en la superficie de todos los planetas, a causa de este vacío!
Un señor crítico ha dicho que yo no alimentaba odio.
Este vacío, he ahí mi respuesta.
¡Qué mal se está, ay, en mi pellejo!
Siento la necesidad de llorar sobre el pan de lujo de la dominación y del amor,
sobre el pan de gloria que está afuera.
Siento la necesidad de mirar por el cuadro de la ventana,
que está vacío como yo, que no se alimenta de nada,
Dije llorar; no, es un barreno a frío, que barrena,
barrena incansablemente,
como sobre una viga de haya en la que 200 generaciones de gusanos se hubiesen
legado esta herencia; "barrena, barrena..."
Esto ocurre a la izquierda, no digo que sea el corazón,
Digo agujero, y no digo más, es rabia y contra ella no puedo,
Tengo siete u ocho sentidos. Uno de ellos: el sentido de lo que falta.
Lo toco y lo palpo como se palpa una madera,
una madera que sería más bien una gran selva de esas que ya no se ven en Europa
desde hace mucho.
Y esto es mi vida, mi vida en medio del vacío.
Si este vacío desaparece, yo me busco, enloquezco y eso es todavía peor.
Yo me he construido sobre una columna ausente.
¿Qué habría dicho el Cristo si hubiese estado hecho de este modo?
Hay algunas de estas enfermedades que, si se las cura, no le dejan nada al hombre.
Muere pronto, era demasiado tarde.
¿Puede acaso una mujer contentarse solamente con odio?
Si es así, amadme, amadme mucho y no dejéis de decírmelo,
y que alguna de vosotras me escriba.
¿Pero qué significa este ínfimo ser?
Casi no lo había advertido,
Ni dos nalgas ni un gran corazón pueden llenar mi vacío,
Ni ojos llenos de Inglaterra y de ensueños, como suele decirse.
Ni una voz cantante que dijese completivo y calor.
Los estremecimientos encuentran en mí un frío siempre alerta.
Mi vacío es un gran glotón, gran moledor, gran aniquilador.
Mi vacío es algodón y silencio,
Silencio que todo lo detiene.
Un silencio de estrellas,
Y aunque ese agujero es profundo carece totalmente de forma.
Las palabras no lo encuentran,
chapotean a su alrededor,
Siempre he admirado a esos que por creerse revolucionarios se consideraban hermanos.
Hablaban los unos de los otros con emoción; chorreaban como sopa.
Eso no es odio, amigos míos, eso es gelatina.
El odio es siempre duro,
hiere a los demás,
pero también desgarra al hombre en su interior,
continuamente.
Es el reverso del odio,
Y no hay nada que hacer. No hay nada que hacer.
miércoles, 19 de mayo de 2010
martes, 18 de mayo de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
Fotografías de Comida Enmohecida
Serie de hongos que fueron cultivados en casa. El rescate de las texturas, colores y diferentes formas que estos seres adoptan al apoderarse de un organismo forman uno de los espectaculos mas sorprendetes en la transformación de la materia orgánica. La belleza y la repugnancia se mezclan en estos mágicos seres.
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